El año empieza con una gran riada. Nos encontramos en una situación preocupante, como vemos, el caudal del río está muy alto, y la previsión para esta semana es que siga el mal tiempo y las precipitaciones. Así que vamos a cruzar los dedos, y tomar las precauciones que sean necesarias.
No hay tregua, un año tras otro vemos como se inundan varias zonas del municipio, y el problema persiste.
Hay varias propuestas, como el cambio de las instalaciones deportivas a otra zona del municipio. Así como otros proyectos destinados a mejorar la vida de los ciudadanos y se siguen retrasando.
El 20 de septiembre se anunciaba que La Unión Europea financiará con 3,3 millones de euros el proyecto del Gobierno de Cantabria que busca solucionar de forma definitiva el problema de inundaciones en Ampuero por el desbordamiento del río Asón, tanto en el ámbito industrial como en el núcleo urbano.
Un proyecto ambicioso, que veremos para qué año y cómo se da solución a este problema. Por ahora y a la vista está, podemos pensar que todo lo que se invierta en estas zonas inundables poco sentido tiene.
Y lo realmente importante es abordar el problema cuanto antes, al igual que otros que siguen aún pendientes después de que se anunciaran hace años.

La sensación que uno tiene al ver un río con una caudal muy alto sería de asombro y admiración. Esto se debe a que la fuerza de la naturaleza es impresionante y la cantidad de agua que fluye en el río es algo que no se ve todos los días.
Además, el ruido del agua que se desplaza es muy poderoso y crea una atmósfera de respeto y reverencia. La vista de un río con una caudal muy alto es algo que no se olvida fácilmente. Y quienes sufren sus daños lo saben bien.