Procesión de las Antorchas

Después de la Santa Eucaristía en honor a la Patrona se celebra la tradicional Procesión de las Antorchas, en la que los integrantes de las Peñas tienen el honor de llevar a la Virgen Niña en andas. Les sigue el cortejo formado por numerosos feligreses portando antorchas.

El día 7 de septiembre de 1971 tuvo lugar la primera, Procesión de Antorchas, que precede al primer encierro de las fiestas. Fue en estas fechas cuando se vinculó la festividad de la Virgen Niña con las fiestas de las Encerronas, fiestas por excelencia de Ampuero.

La procesión se celebra al ponerse el sol, lo que refuerza su espectacular belleza, apreciada por todos aquellos que tienen la oportunidad de vivirla. El recorrido se inicia en la iglesia parroquial de Ampuero, cruza el puente grande por la calle Mayor, pasa por el Consistorio Municipal y regresa por la calle Melchor Torio, cruzando el puente pequeño, de nuevo a la iglesia.

Durante el trayecto se hacen diversas paradas para proceder al cambio de peñistas. Peña a peña, una a una, desde la más antigua, que es la que tiene el honor de sacar a la Virgen de la iglesia, hasta la última peña, que será la que devuelva a nuestra patrona a su altar, van pasándose a la Virgen Niña con mucha emoción y sentimiento.

Existe una parada en la cual no se realiza cambio de peña, es debajo de la balconada del Ayuntamiento, donde una niña dedica un canto a su Virgen mientras se le lanzan pétalos de rosa. Es el momento en el que los sentimientos del público alcanzan su mayor grado.

“Cuando cada víspera de la festividad del 8 de septiembre la Procesión de las Antorchas, con la Virgen Niña en andas, recorren aquellos vecinos las calles de la villa, pandas de mozos al frente, siendo quien vive esas horas, el milagro de la unión de un pueblo en torno a sus tradiciones, y cómo el nuevo día 8 llega con una aurora de fe, para proseguir hermanando en esa ilusión de perpetuarlas.” (Cantabria, de pueblo en pueblo, de Mann Sierra).

“Ver desfilar a la Virgen Niña, por las calles de la Villa, es un espectáculo irrepetible”.